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kaguya

El significado de un no.

“Francia dice “no” a la constitución europea”. Este sería más o menos el título que debería llevar este post, pero como eso ya lo van a decir los periódicos o la televisión, yo diré otra cosa.

Voy a hablar de lo que significa un “no” y lo que significa un “sí”, así que pongamos la música de Barrio Sésamo, porque esto es bastante sencillo a la par que importante.

Decimos “sí” cuando estamos de acuerdo con algo, cuando lo deseamos, cuando estamos dispuestos a hacerlo, y también cuando creemos que algo es cierto. Decimos “no” en el caso contrario. Llegaré más lejos: a veces, incluso, es posible que alguien diga “no lo se”, “me lo tengo que pensar”, “no me importa” o “no me interesa”.

En algunas ocasiones nos encontraremos con personas que son incapaces de decir “no”, y responden siempre “sí”, aun sin quererlo. Esto suele deberse sobretodo a una falta de asertividad y a un deseo de agradar a los demás incluso por encima del propio bienestar. Sin embargo, y sólo por esta vez, ignoraremos las excepciones y nos centraremos en la regla.

Así explicado, parece bastante obvio ¿verdad? Pues a ver si alguien es capaz de explicárselo a los periodistas y a los políticos, que, al parecer, se perdieron ese capítulo de Barrio Sésamo.

Cuando en España la respuesta al referéndum fue “sí”, todos los “entendidos” se lanzaron a interpretar que los españoles estábamos apoyando con nuestro voto la construcción de Europa, y que estábamos haciendo un gesto cargado de simbolismo a favor de no se que sarta de sandeces que los periodistas repetían sin parar, como si se las hubiesen aprendido de carrerilla, al estilo “tabla de multiplicar”.

Con el “no” francés, está pasando igual. Los franceses, en lugar de emitir votos en contra del texto de la constitución europea, han hecho un elegante gesto de crítica contra la política liberalista de Europa.

Vamos a ver: ¿soy la única que se da cuenta de que se puede estar a favor de que exista una constitución europea, pero que eso no implica que haya que estar de acuerdo con cualquier texto que se proponga? Es posible que, desde el punto de vista de los expertos en la materia, el texto sea tan perfecto y maravilloso que no consideran necesario plantearse su contenido, sino la conveniencia de la existencia de una Constitución.

¿O quizá es que las ciudadanas y ciudadanos, mayores de edad y con derecho al voto, somos tan lerdos que se presupone que nadie ha leído el texto, y por tanto la respuesta al referéndum no va referida a la Constitución, sino a otras cuestiones externas a la misma, relacionadas tan sólo con una simbología filosófica y política de oscuro significado?

Aunque sospecho que, en realidad, lo que pasa es que aceptar sin más las cosas obvias no vende demasiado, ni da tema para llenar las páginas de los periódicos ni los minutos de las tertulias televisivas. Es necesario hacer alguna interpretación, aunque sea estúpida y no venga a cuento… y, para no sentirse como una persona inútil y miserable que vive de comentar sandeces sin cesar, es necesario creerse las tonterías que tu trabajo te obliga a decir, aunque no tengan ni pies ni cabeza.

Y nosotros y nosotras, la gente llana, poco versada en la mayoría de las materias, debemos estar muy pendientes para que esta corriente de majaderías no nos arroye y arrastre nuestro buen criterio. No lo olvidemos: contestar “si” o “no” a una pregunta sencilla no da derecho a políticos y periodistas a poner en nuestra boca la misma respuesta para cualquier otra cuestión que a ellos se les ocurra que puede estar remotamente relacionada con la primera. Que no nos hagan perder el norte.

1 comentario

Aguador -

Muy bueno. Tienes mi comentario en http://yaycos.com/aguador/1165/